Lo que debía ser el final de unas placenteras vacaciones se convirtió en el comienzo de una terrorífica pesadilla para Barby Franco. En Miami, la modelo subió con su hija Sarah al avión que debía traerla de vuelta a Buenos Aires y pocos segundos después del despegue temió lo peor para ambas, ya que se anunció que había un problema muy serio en la nave y que debían volver urgente para practicar un aterrizaje de emergencia. En el medio hubo una caída brusca de altitud y finalmente tuvieron que permanecer 45 minutos «dando vueltas sobre el mar» para gastar todo el combustible ya que una mala maniobra podía provocar una explosión mortal.
En una charla que mantuvo con Chiche Gelblung para su programa «Hola Chiche» (lunes a viernes de 16:30 a 18:30 por Radio del Plata), Franco relató su odisea desde algún punto de Miami, donde se encuentra varada desde el último viernes. La morocha arrancó echando maldiciones para la línea aérea que se tomó y el periodista estuvo de acuerdo en que es «una porquería». «Bueno, coincidimos en el odio hacia la empresa», rubricó ella al tiempo que Chiche agregó que «toda la operatoria de la aeronavegación comercial está hecha para perjudicar a la gente».
Pero Franco sorprendió tanto al conductor como a sus oyentes al narrar el calvario que vivió sobre el avión. «El viernes teníamos vuelo para las 23:40 horas. Hacemos el embarque, subimos, todo normal, y ahí ya se avisa que podía existir una demora por alguna cuestión técnica. Finalmente se da el okey para el despegue y salimos como a las dos de la mañana. Eso ya fue raro» arrancó.
«Lo que sucedió después que el avión tuvo un problema de presurización del aire y tuvo que bajar muy fuerte y de golpe para buscar una altura donde eso no pasara, pero nos avisaron que teníamos que volver de manera urgente al aeropuerto de Miami porque en esas condiciones no se podía seguir. No sabés lo que fue ese momento. Porque además de esa caída después nos dijeron que había que gastar combustible para evitar una explosión en el aterrizaje de emergencia», agregó Barby.
«Todo eso fue desesperante, imaginate, un miedo tremendo, los nervios. Realmente pensas cualquier cosa. En un momento temí lo peor y bueno, ahí arriba también estás jugada porque no podés hacer nada más que esperar o rezar», aseguró Barby, que ni siquiera al aterrizar pudo estar tranquila. «Ahí empezó el otro problema porque nos dieron apenas 12 dólares por día por persona, pero bueno, acá hay gente amiga que nos facilitó tanto una casa como un auto».
«Al otro día -señaló- nos dijeron que el avión había sido arreglado y que no había problemas y que saldríamos de nuevo, por lo que volvimos al aeropuerto y efectivamente el avión despegó, pero como no pudo alcanzar la altitud crucero tuvo que regresar otra vez, y de nuevo fuimos a dar vueltas por las Bahamas y Nassauh antes de volver a Miami. Desde ese momento que estamos varados y analizando qué hacer, es todo un embrollo esto».
FUENTE: Paparazzi