Ruidos molestos: Reclamos de vecinos por ensayo de comparsas

SOCIEDAD – ARROYITO. En la mañana de hoy dialogamos con Gladys Vaca, referente del Centro Vecinal Enrique Brizio, por un reclamo de vecino del domicilio de la institución, por ruidos molestos al vecindario, producto del ensayo de las comparsas locales (batucada) que tienen actividad en el establecimiento. Al ser consultada sobre los horarios en los que se dan estos supuestos ruidos, la representante de la entidad manifestó que, «la batucada cuenta con el permiso correspondiente y cuenta con la habilitación municipal para ensayar hasta las 21 hs.» Entre otros temas resaltó que, «si alguien tiene algún reclamo se llegue hasta el centro para tratar de encontrar alguna solución».

Nadie está exento del ruido . Desde fiestas o locales comerciales, talleres, hasta una banda de música, un bar o un gimnasio pueden convertirse en algo molesto. Pero podemos hacer algo para solucionarlo. Hoy te vamos a dar una serie de herramientas para reclamar y retomar la paz en el hogar.
Consejos para devolver el silencio y evitar que el conflicto con los vecinos pase a mayores.

Conocer la ley. Los ruidos molestos constituyen una contravención cuya regulación es competencia de la ciudad de Arroyito. Según indica la ordenanza municipal número 23/68 «DE LOS RUIDOS MOLESTOS», hay distintas penas, de acuerdo a si la molestia proviene de un vecino o si surge de una actividad comercial.

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En el texto se especifica: «Prohíbase  dentro del radio urbano de Arroyito, causar, estimular o provocara ruidos molestos, superfluos o extraordinarios, ya sean originados por acciones u omisiones directas o indirectas, voluntarias o causales del hombre, o elementos de que dispone o de que se sirve, cuando por la hora, lugar o intensidad perturben o puedan perturbar la tranquilidad o reposo de la población o causen molestias o perjuicios de cualquier naturaleza.

En tanto, la ordenanza 23/68 prohíbe la contaminación acústica, algo que puede ser un dato útil a la hora de denunciar. En la misma señala que «toda infracción a cualquiera de las disposiciones de ésta ordenanza, será penada con multa que van desde los $100 (cien pesos moneda nacional) a $10.000 (diez mil pesos moneda nacional) aunque vale aclarar que falta mucho por hacer aún en materia legislativa local respecto a ruidos molestos al vecindario.

Cualquier actividad que se realice en un establecimiento público o privado, debería contar con un informe de identificación de impacto ambiental. Si dentro de ellos se encuentra la contaminación acústica, el local debería estar inscrito en un registro de actividades potencialmente contaminantes. Por ejemplo: Si el ruido proviene de un comercio en el que se utiliza música a alto volumen como bares, boliches o gimnasios, debería formar parte ese registro de actividades potencialmente contaminantes, que debería repercutir en una evaluación de impacto acústico.

El diálogo puede ser un aliado a la hora de encontrar la solución. Más allá de conocer las leyes, hay que encontrar las vías para alcanzar una solución pacífica y si es posible, sin complicaciones, ni trámites engorrosos. El primer camino es el diálogo. Si el problema es con un vecino de la fuente de donde se genera el ruido, conviene observar el reglamento de convivencia e intentar solucionar la cuestión sin intermediarios.

Si no cede la molestia, se puede pedir la mediación del área de medio ambiente municipal. Durante la mediación, se espera que las partes lleguen a un acuerdo respecto a horarios y formas.

 

Opciones estructurales.

Se puede recurrir a materiales especiales. Más allá de las instancias en las que intervienen mediadores o incluso la fuerza pública, hay veces que habrá que recurrir al aislamiento acústico en la propia vivienda, ya sea porque los ruidos del exterior son inevitables o porque somos nosotros mismos los emisores y queremos evitar conflictos.

En este sentido se puede recurrir a distintos materiales de acuerdo al presupuesto, como placas o paneles acústicos, vidriado hermético para las aberturas y paredes compuestas por un material absorbente.