El cuarteto de Los Ángeles hizo honor a su nombre y regaló una explosiva performance. Sin recurrir a fuegos artificiales ni explosiones, el grupo generó una cercanía y un calor que bien justificó cualquier desprolijidad.
El cuarteto de Los Ángeles hizo honor a su nombre y regaló una explosiva performance. Sin recurrir a fuegos artificiales ni explosiones, el grupo generó una cercanía y un calor que bien justificó cualquier desprolijidad.