¿Qué tipo de vida quieres vivir?

ESTILO DE VIDA (Javier Fiz Pérez – Aleteia). Podemos optar por vivir de forma placentera, construir una buena vida con el desarrollo de nuestras virtudes y fortaleza, o bien apostar por una vida significativa al servicio de los demás.
Para entender lo que es la psicología positiva primero hay que mencionar el campo de actuación de la psicología tradicional que hasta nuestra década ha sido en la enfermedad mental y en equilibrar a las personas disfuncionales, pero para ser felices se necesita más que lograr un simple equilibrio. No basta con dejar se ser infelices.

Hay que construir la vida y la propia felicidad buscando desarrollar la máximo nuestras capacidades y nuestra propia identidad.

La psicología positiva ha demostrado científicamente los aspectos cruciales para sentirnos con plenitud y lo poco que tiene que ver el dinero, sexo, raza, la religión y estatus social entre otros.

Se trata de ir descubriendo el modo mejor para enriquecer las virtudes personales, estar a la altura de las circunstancias y autogestionar el propio talento gradualmente. Todo un programa para enriquecer constantemente el proprio estilo de vida.

Vivir una vida integral en los diferentes aspectos es crucial para sentirnos bien y realizarnos personal y socialmente.

El psicólogo Martin Seligman evidencia las diferencias entre el estilo de vida placentero, la construcción de una buena vida y la vida significativa.

Veamos en síntesis estos tres tipos de vida propuestos por la psicología positiva.

FREEDOM

1. La vida placentera
Entendiendo por vida placentera algo bien distinto de la vida orientada al mero placer sin mayores aspiraciones.

Se trata por el contrario en saber promover emociones positivas que sean duraderas empezando por cubrir antes que nada nuestras necesidades básicas de la vida como la alimentación, seguridad, reconocimiento social, etcétera y así lograr un equilibrio entre nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.

Para lograr este primer nivel Seligman propone una actitud de agradecimiento y perdón por todo lo que hemos vivido en el pasado.

Es necesario saber lidiar con las emociones negativas del presente para mirar el futuro con esperanza y optimismo.

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2. La construcción de una buena vida
Felicidad no siempre es sinónimo de riqueza, poder o éxito social o personal. Una visión más amplia de la felicidad nos llevaría a saber alcanzar nuestro máximo potencial humano y desarrollarlo para sentirnos más plenos y más contentos con nosotros mismos.

Para mejorar nuestro potencial debemos empezar por el desarrollo de las fortalezas humanas.

Siguiendo los elencos de Martin Seligman y el doctor Christopher Peterson, experto en el campo de la esperanza y el optimismo, presento una síntesis de las fortalezas personales que podremos desarrollar partiendo de la base de las virtudes humanas:

– Sabiduría y conocimiento: Curiosidad e interés por el mundo, amor por el conocimiento y el aprendizaje, juicio, pensamiento critico y mentalidad abierta, ingenio, originalidad e inteligencia práctica.

– Coraje: Valentía, perseverancia y diligencia, integridad, honestidad y autenticidad, vitalidad y pasión.

– Humanidad: Amor, capacidad de amar y ser amado, simpatía, amabilidad y generosidad, inteligencia emocional, justicia, civismo, equidad.

– Moderación: Capacidad de perdonar, misericordia, modestia y humildad, prudencia, discreción, autocontrol y autorregulación.

– Trascendencia: Apreciación de la belleza y la excelencia, capacidad de asombro, gratitud, esperanza, optimismo y proyección hacia el futuro, sentido del humor, espiritualidad, fe y sentido religioso.

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3. Una vida significativa
Se trata de orientar las propias virtudes y fortalezas para contribuir a la felicidad de los demás.

La dimensión del altruismo fue definida por Martin Seligman como el ejercicio de la bondad.

Es el arte de saber elevarnos más allá del mero placer personal para ponernos al servicio de quienes nos rodean.

Esta dimensión nos ayuda a potenciar la propia vida con el resultado del desarrollo de la auténtica felicidad.

Porque la psicología no solo se centra en los comportamientos no saludables sino que busca ayudar a las personas a construir sus fortalezas para mejorar cada día su estilo de vida.