ESPECTÁCULO. El mensaje fue claro: si tenés la suerte de ver a Paul McCartney tocando en un pequeño local, el emblemático Cavern Club en Liverpool (nada menos), podés rockear, podés cantar, podés (y probablemente así sea) pasarlo bien. Solo hay que dejar los teléfonos celulares en bolsillos y carteras.
Anoche (26 de julio), el ex Beatle dejó de tocar cuando promediaba el cover del clásico “Twenty Flight Rock” de Eddie Cochran para decirle a la audiencia que guarde sus teléfonos. Al parecer, se había anunciado que estaba prohibido fotografiar y filmar el concierto con teléfonos celulares, pero la multitud, algunos de los cuales se encontraban a un par de metros de su ídolo, no cumplieron con ese pedido.
“A todos les dijeron que no tomen fotos”, dijo McCartney, según NME. “¡Las están sacando, las estás sacando, y eso me está desanimando! Así que, ya saben, ¡siguan las reglas, hombre!”.
McCartney pareció darse cuenta del tono autoritario de su pedido, y suavizó la acción después de reiniciar y terminar la canción. “Por lo del teléfono”, dijo. “Fui a un concierto de Prince y realmente hablaba en serio sobre eso. Él no empezaría, ya sabes. ¡Bájenlos! ¿Saben lo que estoy diciendo?”.
Antes de regresar al lugar donde comenzó la Beatlemanía hace más de cinco décadas, McCartney dijo que quería ofrecer shows más íntimos en el período previo al lanzamiento de su nuevo álbum, “Egypt Station”, el 7 de septiembre. Ya tocó en un pub de Liverpool como parte de una aparición en el segmento “Carpool Karaoke” de “The Late Late Show with James Corden”. Lo siguiente es un puñado de fechas ya anunciadas en grandes salas para promocionar el álbum, y se espera que pronto se agreguen más.