Nacida en el Reino Unido bajo el nombre de Joan Alison Turner Roberts, la bailarina se había nacionalizado chilena, país al que había llegado en 1954; y había unido su vida a la de Víctor Jara en 1960. Dedicó gran parte de su vida a la lucha por los derechos humanos y a la búsqueda de justicia por la desaparición y muerte de su marido.