SOCIEDAD. Cierto es que el número de policías es una de las debilidades que tiene nuestra fuerza de seguridad, pero no solo incrementando esta cifra es como se solucionan los problemas delictivos que tenemos. También podríamos apostar a modificaciones en las estructuras, sumar más tecnología, más controles, pero aun así no bastaría.
La seguridad merece un análisis integral, como así también deben encararse las tareas para revertir la situación actual. Es necesario hacer un plan transversal, conjugando más tecnología, más controles y también se debe trabajar en la inserción social de los ciudadanos creando la posibilidad de que cada vez más personas ingresen al deporte, a la salud, a la educación, pero sobre todo generar puestos de trabajo. En esto se debe enfocar principalmente un estado responsable. Y para ello debe haber un desarrollo multidisciplinario entre todos los ministerios y/o secretarías. Así podremos cambiar el rumbo que a tomado esta problemática radicada en la sociedad de nuestro país y que merece especial atención de quienes son los responsables de la administración pública.
Actualmente, según informes policiales que recibimos a diario, los delitos son robo, disturbios en la vía pública, entre otros, pero lo que ha cambiado es la violencia ejercida al momento del hecho, hoy un hurto es a mano armada, a veces entre 2 o más personas, y en su mayoría generados por el consumo de alcohol y otras drogas.
Por ello cuando hablamos del trabajo integral lo hacemos desde la necesidad de converger y trabajar con toda la ciudadanía promoviendo la toma de conciencia sobre el consumo de drogas, incorporar a los ciudadanos a que estén dedicados al trabajo, a la educación, a la salud y que puedan volcar sus conocimientos y esfuerzos en los temas que tanto necesita nuestra sociedad.
En el interior de la provincia de Córdoba, hay denominadores comunes respecto a la problemática de seguridad, uno de ellos es la falta de elementos que tiene la policía tales como móviles, comisarías, entre otras necesidades, producto del incremento de la densidad de poblacion. Esto exige una redistribución de personal y así poder alcanzar de manera equitativa cada rincón de la provincia. Por lo anteriormente expuesto es necesario un estudio de la distribución, como así también de la organización planificada y equilibrada del personal policial conforme a la población actual y a la situación particular de cada caso. Esto requiere del compromiso de la sociedad toda, pero además de un análisis responsable y toma de decisiones que permitan resolver la situación de manera eficaz.