La historia de los refranes: «El calavera no chilla»

De cómo la milenaria calavera, que es el conjunto de los huesos de la cabeza mientras permanecen unidos pero despojados de la carne y de la piel, pasó a ser el calavera, hombre trasnochador, de vida disipada, fiestero. Algunos investigadores señalan que el puntapie inicial lo dio Tirso de Molina con su obra "El burlador de Sevilla", a mediados del siglo XVII, para caracterizar así al protagonista, don Juan Tenorio.