La historia de los refranes: «Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía»

Y no porque sea de santos desconfiar, sino porque no sobran dadivosos. La limosna es una porción pequeña de dinero que se da a la iglesia o a los pobres, individualmente o en colectas religiosas. Por eso, cuanto más grande es esa limosna, más desconfía el santo del dadivoso en cuestión.