En ciertos textos del autor argentino se advierte su preocupación por la devolución y percepción de sus libros, de lectores comunes, críticos o escritores. Esto se manifiesta en la convicción de darle participación directa al destinatario de su obra, como pasó con "Rayuela", ejemplo y exponente de una interacción dinámica entre autor y lector que trasciende los límites materiales del papel.