La Santa Casa de Ejercicios Espirituales es un "oasis de paz" en medio del "caos del centro porteño", señaló el monseñor Ernesto Giobando, quien consideró a la beata como una de las mujeres "más audaces del siglo XVIII".
La Santa Casa de Ejercicios Espirituales es un "oasis de paz" en medio del "caos del centro porteño", señaló el monseñor Ernesto Giobando, quien consideró a la beata como una de las mujeres "más audaces del siglo XVIII".