RELIGIÓN. Uno de los grande temores de los pacientes covid debe ser morirse en soledad, aislado y sin los familiares cerca. Aunque suene escabroso, es una verdad que se está viendo porque sucede en Argentina, donde no sólo el sistema de salud parece, en algunos casos, colapsado, sino también las morgues y los crematorios.
Hoy existen demoras a la hora de entregar restos desde los crematorios a familiares de difuntos. Y ante las consultas, las respuestas, son varias y van desde, la falta de partidas de defunción, hasta la imposibilidad de acelerar los procesos crematorios por la cantidad de cuerpos a tratar.
Según el protocolo respecto del manejo de los cadáveres en tiempos de coronavirus. «Los cuerpos deben salir de la institución donde fallece a cajón sellado por tratarse de una patología infecciosa, El cuerpo del fallecido por una enfermedad respiratoria aguda grave como el COVID-19 puede resultar un factor de contagio», según explican los profesionales.
Como segunda medida hay que tomar recaudo en lo que respecta a la higienización del cuerpo del fallecido, asegurando que se apliquen precauciones estándares en todo momento como el lavado de las manos y la limpieza ambiental, incluido el uso adecuado de EPP (equipo de protección personal), como delantal de manga larga, guantes de látex y protección facial si existe riesgo de salpicaduras de líquidos corporales del paciente o secreciones en el cuerpo o la cara del miembro del personal.
Finalmente se puede cremar o enterrar el cuerpo, aunque se recomienda la cremación. Es una sugerencia, no una imposición. Tampoco se puede hacer un velatorio, sólo un familiar puede despedirse, evitando todo tipo de contacto y manteniendo distancia con el cuerpo».
Protocolos de oficios religiosos
Respecto a los oficios religiosos, un gran debate se planteó en la mañana de hoy, cuando familiares de fallecidos por coronavirus, consultaron a nuestro medio (FM Libre), por qué la iglesia católica local, había realizado un responso, en la vía pública, sin haber sido cremado el cuerpo previamente.
Esto molestó a vecinos que sufrieron la pérdida de seres queridos y no pudieron realizar el oficio religioso, hasta tener las cenizas en su poder.
Consultamos al Cura Párroco de Arroyito, pbro. Gabriel Camusso, y respondía lo siguiente:
Según el protocolo del COE para Manejo de óbitos, y el Flexibilización de las Iglesias y Templos de Culto en la Provincia de Córdoba, en su anexo Pastoral Región Centro, expresan minusiosamente los pasos a seguir y no habrían sido respetados.
«Para la celebración de las Exequias se han de tener en cuenta las normas de las autoridades locales para los servicios funerarios. En templos y cinerarios se han de aplicar las mismas normas que para las otras celebraciones (uso de tapaboca o tapaboca, higiene, distancia social, brevedad, etc.). Aunque sea un momento de dolor, es importante evitar contactos físicos».