Argentina reafirma su compromiso para poner freno a la degradación de los suelos

DESIERTO

AMBIENTE. Una delegación del Ministerio de Ambiente de la Nación se encuentra en China, donde participa de una convención que busca soluciones a este problema.

Buenos Aires, 17 de junio de 2016.- Una delegación argentina viajó a China para participar de una convención organizada por ese país en el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación, donde más de 150 países están reunidos para diseñar estrategias que permitan ponerle freno a la degradación de las tierras en todo el planeta.

Junto con el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, la desertificación fue identificada por las Naciones Unidas como uno de los mayores desafíos que el mundo tiene por delante. Argentina, junto con China, Australia, Estados Unidos y Brasil, es uno de los países con mayor porcentaje de tierras secas, que cubren el 70 % de su territorio.

Al frente de la delegación argentina se encuentra el secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la Nación, Diego Moreno, quien viajó acompañado por expertos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, de la Universidad Nacional de Córdoba, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y de la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa.

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, rabino Sergio Bergman, destacó la importancia de participar de este tipo de diálogos que buscan alcanzar la meta propuesta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: neutralizar la degradación de las tierras para el año 2030.

En ese sentido, el ministro Bergman dijo que en el 60 % de las tierras secas de Argentina se han identificado casos extremos de pérdida de las propiedades físicas del suelo, con un dificultoso grado de reversibilidad: “Diversas economías regionales, que son la base del desarrollo del interior del país, están basadas en el uso de los recursos naturales y la producción agropecuaria; una destrucción o pérdida de los recursos que son sostén de esta producción pone en riesgo el mantenimiento y crecimiento de esos sistemas productivos y la subsistencia de las pequeñas comunidades”.

El Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación conmemora la adopción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés), el 17 de junio de 1994 en París. Se trata del único acuerdo internacional que vincula al ambiente y al desarrollo con el manejo sustentable del suelo, específicamente en las tierras secas.

Durante ocho días, las delegaciones visitarán distintos sitios de interés para conocer experiencias exitosas en el manejo sustentable del suelo.

“Si bien la temática ambiental es transversal a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, es nuestro rol enfocarnos en el objetivo que nos invita a promover el uso sustentable de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica”, aseguró Diego Moreno.

Un problema ambiental y humano

La desertificación es el proceso de degradación de las tierras secas, que comprenden a las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas y que en Argentina abarcan  un 70 % de su territorio.

La principal causa de este fenómeno es el manejo no sustentable del suelo durante las actividades humanas; el uso intensivo del recurso (como el sobrepastoreo), el monocultivo o la no rotación de los cultivos y la utilización de especies inadecuadas para ciertos tipos de suelos, son algunas de las prácticas no sustentables más habituales en nuestro país y el resto del mundo.

El problema es que las tierras secas son más vulnerables a este proceso ya que, al poseer menor cantidad de materia orgánica, su capacidad productiva es menor y no aguantan la presión del uso intensivo.

En Argentina, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable lleva adelante diferentes programas dedicados a promover prácticas sustentables en el manejo del suelo para revertir el proceso de degradación. Entre ellos, se destacan los realizados en las zonas secas del noroeste, en los bosques del Gran Chaco Americano (junto con los gobiernos de Bolivia y Paraguay) y en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires.

“La Argentina comparte con China un profundo interés en abordar de manera definitiva y eficiente la lucha contra la Desertificación —dijo Diego Moreno—. Los dos países dependen del estado de sus recursos naturales, fundamentalmente del suelo y sus componentes, para mantener la producción de materias primas que abastezcan sus mercados internos y externos”.