Desde 1995, las prendas y calzados debían detallar en una etiqueta de tela el lugar de producción y la composición porcentual de las fibras o materiales, con el objetivo de permitir controles.
Desde 1995, las prendas y calzados debían detallar en una etiqueta de tela el lugar de producción y la composición porcentual de las fibras o materiales, con el objetivo de permitir controles.