SALUD. Adquirir hábitos de higiene saludables es fundamental para nuestro bienestar y es importante que tanto en casa como en el colegio seamos capaces de transmitir a los niños la importancia de los mismos. Con una buena higiene estamos evitando que los niños caigan enfermos y fomentando el bienestar personal y las relaciones interpersonales.
1. El niño ha de disponer de todos los útiles necesarios para su aseo
Este es el primer paso para acostumbrarle a usarlos. Desde que son muy pequeños los niños han de disponer de su propio cepillo y pasta de dientes, peine, su jabón, toallas…y sentirse responsable de ellos. Además de los que tiene en casa, hemos de acostumbrarle a llevar una pequeña bolsa de aseo diario con al menos cepillo y pasta de dientes, sobre todo si come en el colegio.
2. Lavado de manos y uñas
Las manos son uno de los vehículos más importantes de transmisión de infecciones, por lo que tenemos que poner mucha atención en que las tengan siempre limpias. Han de aprender a lavarse correctamente con agua y jabón sobre todo antes de manipular alimentos y comer, después de tocar animales, antes y después de ir al baño y, por supuesto, cada vez que estén sucias. Es recomendable empezar este hábito y rutina entre los 12 y 18 meses, ayudándolos para que poco a poco lo puedan hacer ellos de forma autónoma.
3. Ducha o baño diario
Si hacemos de la hora del baño algo divertido, no nos será difícil establecer una rutina. A medida que van creciendo tenemos que enseñarles cómo lavarse bien cada parte de su cuerpo para que vayan adquiriendo autonomía. Es preferible que el baño sea por la noche y a la misma hora, antes de la cena.
4. Cabello
No es necesario lavarse el pelo cada día, pero sí llevarlo aseado. Para ello, hemos de enseñar a los niños a cepillarse cada día el pelo y, si lo tienen largo, a peinárselo. Cuando tengan edad de empezar a lavárselo solos, han de aprender a enjabonarlo y sobre todo aclararlo adecuadamente para que no les queden restos de jabón. Aunque hay que fomentar su autonomía, tendremos que estar pendientes durante algún tiempo y supervisar que se han lavado el pelo de forma adecuada.
5. Dientes
Cepillarse los dientes después de cada comida es un hábito fundamental que los niños han de aprender desde edades tempranas para prevenir caries, mal aliento y posibles enfermedades. Sobre los 18 meses podemos ir enseñándoles solo con el cepillo para que vayan tomando contacto y a partir de los 3 años pueden utilizar pasta de dientes especial para niños. Tendremos que estar encima para que no se olviden de cepillarse los dientes y supervisar que lo hagan correctamente, siendo el más importante el cepillado de antes de dormir, ya que es por la noche cuando la proliferación de bacterias es más activa. Los dentistas aconsejan que el proceso dure alrededor de 10 minutos. Estos son los pasos para un cepillado correcto:
- Mueve el cepillo hacia atrás y hacia adelante en movimientos cortos, recorriendo bien la línea de la encía.
- Utiliza el mismo movimiento para cepillar las superficies externas, internas y de masticación de los dientes.
- Usa un movimientos para cepillar la lengua, las mejillas interiores y el techo de la boca.
- Cepilla diente por diente en movimientos circulares suaves.
- Usa el hilo dental para limpiar el espacio que hay entre los dientes.
6. La nariz
Los catarros, alergias y resfriados producen mucosidad, y su exceso puede obstruir las fosas nasales y dificultar la respiración. Para eliminar el moco, hemos de enseñar a los niños a sonarse la nariz, llevando siempre pañuelos limpios y evitando tocarse la nariz con las manos sucias.
7. Higiene en sanitarios
Cuando los niños empiezan a ir al baño solos, han de aprender a limpiarse bien ya que los genitales, al estar tan próximos a los orificios de salida de la orina y las heces, son una parte del cuerpo que requiere de especial atención. Después de defecar hay que limpiarse bien, utilizando papel higiénico suficiente de forma que no queden restos (el último trozo de papel usado deberá quedar limpio). Las niñas deben limpiarse hacia atrás para no arrastrar restos de heces a la vagina. Después de utilizar el water, tirar de la cadena y comprobar que haya quedado limpio. Inmediatamente hay que lavarse las manos con agua y jabón para evitar enfermedades infecciosas.