VIDA COTIDIANA. Pocas cosas preocupan más a los padres que la felicidad y el bienestar de sus hijos. Conseguir que los niños sean felices es una de nuestras principales metas en la vida y, aunque a veces puede parecer algo difícil de alcanzar, la felicidad puede estar a la vuelta de la esquina.
Aunque no hay fórmulas secretas ni pócimas mágicas, una de las principales asociaciones de pediatría mundial (Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria) nos ofrece estos 10 consejos para que hagamos todo lo que está en nuestras manos para conseguir la felicidad de nuestros hijos.
- Demuestra siempre a tu hijo lo importante que es para ti. Exprésale tu amor incondicional a cualquier edad con palabras, sonrisas y gestos: besos, abrazos, caricias…
- Cuida de su salud y ayúdale a crecer sano. Tú eres su modelo. Enséñale estilos de vida saludables en alimentación, actividad física, sueño, higiene… y también en cómo vivir sus emociones. Usa el sentido del humor.
- Dedícale tiempo a diario. Juega y disfruta con él, sin dirigir mucho sus gustos y preferencias. Procura que tenga tiempo libre, a su aire. Y disfrutad juntos de la naturaleza.
- No hace falta acumular cosas materiales. El tiempo que le dediques, la educación y los valores que le transmitas será tu mejor herencia.
- Educa con cariño. Elogia lo que hace bien y también los esfuerzos por intentarlo. Ponle normas que pueda y deba cumplir: pocas, claras y adaptadas a cada edad. Enséñale lo que está mal sin violencia, castigo ni humillación.
- Estimula y apoya su aprendizaje. Fomenta su autonomía desde pequeño para las actividades cotidianas, como vestirse, lavarse o comer. No le des todo hecho. Es bueno que poco a poco vaya teniendo sus responsabilidades.
- Escucha y dialoga con tu hijo desde pequeño. Muestra interés por su mundo, adáptate a los cambios normales de cada edad y acéptalo y valóralo como es: único y diferente a los demás.
- Transmítele seguridad, tranquilidad y confianza. No fomentes miedos artificiales, apóyale y ayúdale a entender sus propias emociones. Así fortalecerá su autoestima, su motivación y capacidades.
- Déjale ser niño. No le hagas partícipe antes de tiempo de las preocupaciones de los adultos. Pero no le ocultes los hechos importantes de la vida. Enséñale y ayúdale a entender que la enfermedad, el dolor o la muerte existen y forman parte de ella.
- Favorece las relaciones con la familia y los amigos. Lo acompañarán a lo largo de su vida. Ayúdale a ponerse en el lugar de los otros. Aprenderá a convivir y a amar.
Y no olvides disfrutar de la crianza de tus hijos.